"El mundo se divide en dos, Tuco: los que encañonan y los que cavan. El revólver lo tengo yo, así que ya puedes coger la pala". ( Clint Eastwood en El bueno, el feo y el malo)
En el año 2007, el canal TCM estrenó Brando un documental esencial centrado en la figura de ese colosal actor que llegó a lo más alto del firmamento del séptimo arte.
Como la semana pasada
se celebró el 25 aniversario de la caída del muro de Berlín hoy os vamos a
recomendar una película centrada en este tema. Hablamos de Good Bye Lenin. A lo
largo de la historia del cine son muchas las películas que en algún momento han
retratado la historia del muro de Berlín pero para nosotros Good Bye Lenin es la que
mejor capta la esencia de esta etapa convulsa en la historia de Europa.
A veces, quizá por el aburrimiento o quizá por curiosidad, nos hacemos reflexiones sin venir a cuento. Una de las más comunes, si se le puede denominar como tal, es saber hasta cuándo dura un mito. Abarcar esta cuestión llenaría de palabras internet con nombres tan significativos como Elvis, Marilyn Monroe, James Dean o Jim Morrison, entre otros. Como este es un blog de cine nos vamos a centrar en una leyenda como Chaplin. Hoy en día sigue estando de actualidad ya que se celebra 100 años desde que "inventó" al vagabundo más celebrado en la historia del séptimo arte. Si a ello le sumamos, y le hacemos caso, los más de 10 millones de referencias que tiene en Google, todo parece indicar que a Sir Charles Chaplin le queda cuerda para rato. La continua carencia de grandes historias, incluso este fenómeno se aprecia en los remake, hacen aún a Chaplin más grande por el universo que pintar ante los ojos del espectador tanto del cine mundo como del sonoro. Chaplin adelantó por la derecha a artistas tan influyentes en la época como Harold Lloyd, Buster Keaton o Laurel y Hardy. El humor de estos cómicos apenas sufrió una evolución. El mundo de El cantor de Jazz no quería actores mustios, ni sobre actuados. No queríán solamente un rostro, una cara expresiva. Los diálogos tenían que transpirar. Querían voces, realismo y, años más tarde, las masas reclamaban su Dolby Surround. Billy Wilder retrató a la perfección esta caída a los infiernos de los actores mudos en su magnifica película El crepúsculo de los dioses. Allí Wilder a través de el personaje de Norma Desmond dejó reflejada una realidad a la que solamente un prodigio de la naturaleza supo sobrevivir.
Chaplin no mató a Charlot. Chaplin supo adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia. No necesitó romper el bastón para mantener el equilibrio en un cine con los cinco sentidos en alerta. Un cine que ha logrado llenar de nostalgía las generaciones venideras con el pulgar super desarrollado por su adicción a los smarthphones y videojuegos. Y ahí lanzo mi pregunta al aire, ¿seguirá Chaplin siendo admirado dentro de 200 años?. Desde a24fotogramas creemos que sí y para ello es muy importante que todos y cada uno de nosotros sigamos viendo su telegenia, su torpeza delante de una cámara y su talento detrás de ella.
Si a lo largo de la historia del cine pudiésemos hacer una valoración de quién es el actor más influyente de la historia seguramente la guinda del pastel se la llevaría Marlon Brando. Os dejamos un buen reportaje sobre él en el que se puede saber algo más sobre la vida de este coloso de la interpretación que voló al cielo con su método en el año 2004.
Hay algo sorprendente: cuando reflexiono sobre todas mis películas, me llama la atención que, en las épocas en que estuve deprimido hice comedias. Y cuando me sentía feliz, rodé temas más bien trágicos. Quizás intente inconscientemente compensar cada uno de mis estados de ánimo
la gran estafa americana (que se escriba en minúscula tiene su historia, no es una errata) es una película tan vacía y previsible que dudo mucho que dentro de 2 años se acuerden de ella. A pesar de lo que digan los Oscar, esta película nos ha parecido un ejercicio vago audiovisual que pretende tenerte conectado a la historia abusando de la actuación de sus protagonistas. Todo el mundo habla de Jennifer Lawerence, no dudo de su multi premiado talento, pero su papel en La gran estafa no es tampoco un derroche de talento.
El papel de Christian Bale es bueno pero totalmente ensombrecido por su exagerado look de hombre acabado pero afortunado en amores. Por lo menos sí que hemos de alabar el papel Jeremy Renner que clava el papel de alcalde devorado por la corruptas almas externas. Es curioso que con esta película dos actores, totalmente diferentes, como Robert De Niro y Bradley Cooper sea su tercer trabajo juntos. Sus papeles son notables pero De Niro vuelve a hacer de .....mafioso. ¡Qué original todo, no!.
Y respecto a su director David O. Rusell queremos decir que por muchos escotes que le pongas a Amy Adams no convence tu pretensión de ser un Scorsese de sacarina. Por mucho que endulces la historia, incluyendo a un mafioso De Niro, la gran estafa americana debería de escribirse en minúscula por muchos globos de oro y oscar que gane (si los gana también deberían de escribirse los premios en minúscula como aspecto común). Lo único que más nos ha impresionado en la carrera de Rusell es la película The Fighter y un poco de Tres reyes. El resto, incluida El lado bueno de las cosas, nos parecen productos menores. Por muchos hipsters quieran convencernos, Extrañas coincidencias nos parece un tostón que pretende imitar a Wes Anderson. Curiosamente el director neoyorquino es responsable de guión de la gran estafa y de El lado bueno de las cosas pero sin embargo no escribió el libreto de The fighter. Juzquen ustedes mismos.
Nuestro amigo Gabriel Estañ nos hace una crítica de la película Un amigo para Frank con el gran Frank Langella de protagonista.
No
pude verla en su estreno y ayer lo conseguí por fin, por lo que me gustaría
escribiros sobre la ópera prima de Jake Schreier que tiene su mayor virtud en la actuación del
protagonista Frank Langella (Frost/Nixon o Wall Street 2: el dinero nunca duerme) y en ser, desde su modestia,
una obra capaz de cumplir las expectativas. Cabe destacar que la película fue
rodada en 20 días y con un presupuesto de 2.500.000 dolares.
Un presupuesto tan bajo conlleva la carencia que se
presenta en el marco temporal, ya que la recreación de un futuro cercano
incluye casi únicamente la usual presencia de robots en la vida doméstica y un
par de detalles tecnológicos, sin haber apenas más cambios referentes a la
actualidad: ya sea la forma de vestir, las casas en las que viven o en la forma
de hablar, tal vez sin llegar a los límites propuestos por un enorme número de
películas de ciencia ficción podría haberse dotado a esta obra de una estética
más cuidada. Sin embargo, el objetivo no es en modo alguno éste, sino presentar
de una manera sencilla cómo en el futuro se mantienen los dramas personales y
las situaciones familiares de igual manera.
Langella lleva a cabo una gran actuación en la
que se luce de principio a fin y la película adquiere ritmo conforme la trama
avanza. Tal vez un inicio más interesante hubiese hecho ganar mucho a la
película. El personaje protagonista es un hombre mayor con problemas de memoria
que vive sólo y al que su hijo decide regalarle un robot doméstico para que le
ayude en su vida diaria. Sin embargo, lo que no podía esperar el joven es que, gracias
a su moderno ayudante, su padre, un conocido ex ladrón de guante blanco,
recupere sus viejas artes.
El elenco de secundarios cuenta con un buen número de
conocidos actores y actrices como la bibliotecaria (y tal vez algo más) Susan Sarandon (The Rocky Horror Picture Show, o Dead Man Walking) que realiza un trabajo muy correcto, Liv Tyler (Armaggedon o El Señor de los
Anillos) que encarna a la ligeramente histriónica hija de Frank que vive involucrada en las
causas sociales y a su hermano James
Mardsen (Zoolander o El Diario de Noah) que demuestra que sin
gafas tampoco es mucho más expresivo que su personaje Cíclope en la saga X-Men.
Mención especial requiere el detestable personaje de Jeremy Strong (Zero Dark
Thirty) y por supuesto la robótica actuación del pequeño amigo de Frank y la curiosa relación que ambos
entablan y que se desarrolla al tiempo que la película va ganando en intensidad,
en una película, como hemos dicho, que parece creada para el lucimiento de Langella.
Nuestro amigo Gabriel Estañ le está cogiendo el gusto a esto de escribir sobre cine. Esta semana Gabriel ha visto la película Agosto. Aquí dejamos su crítica.
El film Agosto de John Wells (The Company Men o en televisión El Ala Oeste de la Casa Blanca) es la
adaptación de la aclamada obra del escritor Tracy Letts. Wells
dirige con maestría la adaptación del drama que mezcla con toques cómicos y que
parte de una actuación inicialmente muy coral y que deriva hacia el enfrentamiento de los
personajes encarnados por Meryl Streep
y Julia Roberts. Entre los
secundarios de lujo destaca el trabajo Chris
Cooper (Adaptation o Jarhead), Margo Martindale (Millon
Dólar Baby) y un Ewan McGregor
que todavía estará preguntándose qué le llevó a rodar Jack el Cazagigantes.
El duelo interpretativo entre
ambas actrices, que
les ha valido de momento las nominaciones de la Academia, representa el
mayor atractivo de esta película y la actuación de Streep la hace una seria candidata a recoger la estatuilla con,
como la mayoría de los expertos señalan, el permiso de Kate Blanchett por su interpretación en Blue Jasmine de Woody Allen.
La genial escena con todo el
elenco de la cena tras el funeral del padre (detalle que el tráiler oficial
podría haberse ahorrado desvelar) se convierte en un momento soberbio que
prácticamente inicia Streep
mostrando su autoridad ante todos los demás y que continúa Chris Cooper, excelente en todo el filme, con una bendición de la
mesa nada habitual. Por cierto, ¿sabían ustedes que al comer carne se ingiere
miedo? ¡Cuidado que tiene sus riesgos!
Aquí os dejamos una de sus escenas:
RTVE.es estrena una escena exclusiva de 'Agosto', con Meryl Streep y Julia Roberts
El director de cine Pablo Riquelme nos deja una vez más sus impresiones sobre el estreno más esperado de 2014: El lobo de Wall Street. Aquí les dejamos su opinión:
Sólo un maestro como Scorsese
podía estar detrás de una joya de este calibre. Es apabullante la energía, mala
leche, sinceridad y diversión que consigue cada pequeña secuencia de “El lobo
de Wall Street”. ¡Irresistible!
El guion de Terence Winter (“Los
Soprano”) dota a la historia de una mezquina consistencia más allá de la risa
fácil. Sales de la sala de cine con un concepto muy variado y picante sobre lo
que es el “bien y el mal”. Y eso, para mí, es uno de sus mayores logros. Las actuaciones
son todas ellas sobresalientes. Pero he de marcar mi sorpresa ante el brillante
trabajo de Jonah Hill que convierte su nominación al Oscar a mejor actor
secundario en una merecidísima recompensa.
No me han molestado, en absoluto,
sus tres horas de duración. Hago especial hincapié en este punto porque ha sido
uno de los comentarios negativos que más escuché al salir de la sala. En mi
caso no percibí ni un solo momento muerto. El ritmo es vibrante y no hay
descanso para el bostezo.
Se va a hablar mucho de esta
película, no sólo porque sea DiCaprio el protagonista, sino porque a todos los
niveles resulta recomendable: valor documental del suceso real, valor
cinematográfico, actoral, de montaje, ético…
Es una muy recomendable película que da lecciones magistrales sobre lo
que es el buen cine. En pocas palabras: me lo pasé en grande y ya tiene un
hueco reservado en mi colección de películas.
No hace mucho estuvimos hablando aquí de una de las películas más vitalistas y que mejor buen sabor de boca te dejan del 2013. Hablamos de La vida secreta de Walter Mitty. La última película protagonizada y dirigida por Ben Stiller tiene escenas memorables que incitan a la superación. Uno de los momentos claves de la película es justo cuando la protagonista, la nueva "musa" del cine de comedia, Kistren Wiig canta esta canción de David Bowie durante una de las idas de cabeza de Walter Mitty. Este momento supone un antes y un después en el devenir de la película. Ya que a partir de ahí el personaje de Ben Stiller se quita de en medio sus temores y decide sumergirse en una aventura épica.
Somos un par de jóvenes cinéfilos que empezamos a escribir en VayaCine y lo dejamos por falta de tiempo que no de ganas.
Ahora comenzamos de cero sin el respaldo que ofrece una red de blogs comercial, aunque liberados de lo que implica. Escribimos lo que nos gusta y no hay una libertad mayor.
Sin mayores pretensiones que hablar de lo que nos gusta abrimos el tenderete de A 24 fotogramas. Esperemos que os guste.