Los Miserables espectacular aburrimiento visual

LOS MISERABLES by Pablo Riquelme

Mucho ruido y pocas nueces. Es maravillosa la calidad técnica de la película, la calidad interpretativa de los actores (aunque de Amanda Seyfried hablamos después) y es magnífica la ambientación, pero…¡por Dios! ¿¿¿¿Ni un condenado segundo en el que los actores no canten???? Dos interminables horas y media de personajillos cantando ( a veces tres a la vez – sin contar el coro -) que lo único que me produjeron fue la inmediata necesidad de un minuto de silencio. Resulta barroco y denso no poder disfrutar de un diálogo hablado en algún momento. De algún fotograma de silencio. Un sonido ambiente del viento o de los pajarillos…¡de algo que no sea canto!

La película resultará como anillo al dedo para AQUELLAS que busquéis melodrama y uso del pañuelo por doquier, pero a la hora de hablar de cine de verdad os digo que “Los Miserables” (Tom Hooper, 2012) está escasa. El guión no es una obra maestra. De hecho, le cuesta decidirse con un personaje en el que focalizar el drama principal de la película. Uno tarda en descubrir si lo que mueve la historia DE LA PELÍCULA es el conflicto de Jean Valjean (Hugh Jackman), el de Fantine (Ann Hathaway) o el de Cosette (Amanda Seyfried). Y puede que nos acarré discusión debido a la opinión que cada cual pueda tener, pero lo cierto es que pasada la hora de película cuando La Revolución Francesa irrumpe, los personajes han envejecido más de 10 años y unos nuevos rostros aparecen en pantalla, yo lo único que concibo es CONFUSIÓN.

 Además, y puesto que es un musical, creo más apropiado centrarme en los “números musicales”, por llamarlos así. No sé si estará escrito en algún lado, pero me da igual: no me parece, en absoluto, de recibo que la cámara se sostenga durante ochos minutos en un cerrado Primer Plano de un personaje mientras éste recita un tema de principio a fin. ¡No! Cuando voy a ver un musical busco movimiento, no busco la cara de cuatro metros del actor en el más puro y claustrofóbico espacio que un musical puede crear: el Primer Plano. Y el problema es que esto se repite MUCHÍSIMAS veces a lo largo de la película. Cosa que no entiendo porque a decir verdad hay muchos momentos en los que la escena musical cobra brillantez con grandes decorados y movimientos de cámara. Hay una coreografía clara. Por tanto, ¿para que repetir lo que obviamente resulta aburrido? Y si hablamos de aburrimiento creo que, lo que nadie podrá discutir, es el sobre metraje que tiene “Los Miserables”. Quizás no sea sólo la duración y sea un cúmulo de todos los puntos anteriormente mencionados, pero la cuestión es que se me hizo tediosa gran parte de ella.

El reparto es muy adecuado. Todos ellos demuestran calidad. Pero Amanda Seyfried creo, de corazón, que últimamente sólo anda de set en set de rodaje cobrando cheques. No percibo en ella empatía, interés, ni emoción. Es el mismo frío e impávido personaje en todas las películas. Canta bien, desde luego. Pero…psss. Lo dicho: “cheque y adiós”.

Para resumir: “Los Miserables” me pareció un bonito y espectacular aburrimiento visual.